El alcalde de Tumaco, Félix Antonio Henao Casanova, tuvo una destacada participación en el reciente Foro de Alcaldes Región Pacífica Nariñense, un evento organizado por la Armada Nacional de Colombia que reunió a mandatarios y representantes locales de la región para abordar los desafíos de seguridad y construir una base sólida para la paz en el Pacífico nariñense.
Durante su intervención, el alcalde Henao subrayó la urgente necesidad de mejorar las oportunidades de desarrollo en el Pacífico nariñense. Destacó que la inversión en infraestructura vial y equipamiento aéreo es esencial no solo para el progreso económico, sino también para la seguridad y la protección de las vidas en un contexto de altos índices de violencia. «Invertir en infraestructura adecuada y segura es fundamental para permitir que nuestras comunidades crezcan en paz», expresó Henao, resaltando el impacto positivo que estos desarrollos podrían tener en la calidad de vida y el bienestar de las comunidades.
Además, el alcalde enfatizó la importancia de la implementación continua del Acuerdo de Paz, considerándolo una herramienta crucial para garantizar la estabilidad de la región y como una vía sólida hacia el desarrollo integral. Su llamado a la acción no solo reflejó su compromiso con la paz y el progreso, sino que también resonó con otros alcaldes y representantes, quienes respaldaron la propuesta de trabajar conjuntamente para construir una región más segura y próspera.
El foro subrayó la necesidad de una colaboración sólida entre los líderes locales y la Armada Nacional para enfrentar los desafíos de seguridad y construir un futuro pacífico en una región históricamente afectada por el conflicto. Los asistentes se comprometieron a establecer acciones coordinadas y efectivas, creando un frente común que contribuya a la seguridad y el crecimiento económico en el Pacífico nariñense, un territorio que sigue siendo clave para la reconciliación y el desarrollo de Colombia.
Este compromiso compartido entre autoridades locales y la Armada Nacional reafirma el potencial de la región para convertirse en un símbolo de paz y progreso, y demuestra que con el apoyo adecuado, el Pacífico nariñense puede superar sus desafíos y transformar sus oportunidades en realidad.