Tumaco, ubicado en la costa del Pacífico colombiano, se está consolidando como un destino turístico que fusiona biodiversidad, cultura afrodescendiente y sostenibilidad. Una de sus propuestas más llamativas es la Ruta del Manglar y el Cangrejo – Aguaclara, una experiencia única que combina ecoturismo, gastronomía, y conservación ambiental en un contexto afrocentrado.
Este recorrido no solo explora la rica biodiversidad de Tumaco, sino que también destaca las tradiciones ancestrales de su población mayoritariamente afrocolombiana (80.22%). La actividad incluye experiencias como la visita al manglar de Curay, donde los viajeros pueden degustar platos tradicionales y observar de cerca los ecosistemas que forman la columna vertebral de la vida costera en esta región.
Turismo Comunitario Sostenible
La oferta turística está enfocada en promover un modelo de turismo comunitario que busca desarrollar la economía local de manera responsable. Gracias a sus abundantes manglares y rica fauna y flora, Tumaco es un sitio privilegiado para el ecoturismo. Estos ecosistemas, fundamentales para la captura de carbono y la protección de las costas, también albergan una impresionante diversidad de especies marinas y terrestres, lo que lo convierte en un refugio natural ideal para los amantes de la naturaleza.
Además, el Viche Maní de Buey, una bebida ancestral del Pacífico, es parte fundamental de la oferta gastronómica del recorrido. Los viajeros tendrán la oportunidad de conocer cómo se prepara esta bebida y disfrutar de la riqueza culinaria que es distintiva de la región.
La Ruta del Manglar: Un Encuentro con la Cultura y la Naturaleza
El recorrido está diseñado para que los participantes no solo descubran la naturaleza, sino que también se adentren en la cultura afrodescendiente, viviendo actividades como la construcción de tambores y las técnicas tradicionales de pesca. Durante la ruta, también se ofrecen talleres sobre la historia y evolución de estos oficios, mostrando cómo las comunidades locales trabajan de manera armónica con la naturaleza.
Aguaclara es otro punto destacado del itinerario. Este sector de Tumaco es conocido por sus prácticas tradicionales sostenibles, que incluyen el uso de canastos para la pesca de cangrejos y la construcción de tambores, que forman parte de la identidad cultural del Pacífico colombiano. Estas prácticas no solo son respetuosas con el medio ambiente, sino que también fortalecen la economía local al atraer visitantes que buscan un turismo más auténtico y comprometido con la sostenibilidad.
Impacto en la Economía y Conservación
El turismo en Tumaco, especialmente si se orienta hacia prácticas sostenibles, tiene un potencial enorme para generar empleo y proteger el entorno natural. Las actividades programadas en la Ruta del Manglar y el enfoque en la conservación de los manglares buscan educar tanto a visitantes como a residentes sobre la importancia de preservar estos ecosistemas.
Adicionalmente, la ruta promueve la gastronomía local y permite que los turistas no solo conozcan, sino que también valoren el esfuerzo detrás de la producción de alimentos tradicionales. Este modelo de turismo, que fomenta la interacción directa con las comunidades locales, ayuda a dinamizar la economía del municipio, brindando una plataforma para los artesanos, agricultores y pescadores de la zona.
Conclusión
La Ruta del Manglar y el Cangrejo en Tumaco es más que una simple experiencia turística; es una iniciativa que celebra la biodiversidad del Pacífico colombiano y la rica herencia cultural de sus comunidades afrodescendientes. Con un enfoque en el turismo comunitario sostenible, esta ruta no solo fortalece la economía local, sino que también subraya la importancia de la conservación ambiental. Tumaco está emergiendo como un destino ideal para quienes buscan una experiencia auténtica, llena de cultura, naturaleza y compromiso con el planeta.